miércoles, 11 de julio de 2012

No hay mal que por bien no venga

Una historia que nos enseña demasiado, saquen sus propias conclusiones…

El campanero del interior


Un hombre humilde, sin ninguna formación, trabajaba en una iglesia de una pequeña ciudad del interior de Brasil. Su trabajo consistía en dar las campanadas a las horas que determinara el padre.
Pero un día cambiaron las leyes: el obispo decidió que los funcionarios de las parroquias tuvieran al menos estudios primarios. Así pensaba estimular la educación pública; pero para el viejo campanero, analfabeto y demasiado mayor para empezar de nuevo, ello significo el fin de su trabajo.
Recibió una pequeña indemnización, los agradecimientos de turno y una carta que daba por terminada su actividad en la iglesia.
A la mañana siguiente, se sentó en un banco de la plaza  para liar su cigarro de la paja. Les pidió prestado un poco a dos amigos que se encontraban allí, pero todos tenían el mismo problema: debían ir a la ciudad vecina a comprar tabaco.
-Tienes tiempo de sobra-dijo uno de los amigos-.
Tú vas a comprar tabaco y nosotros te pagamos una comisión. El ex campanero comenzó a realizar esa tarea regularmente. Con el tiempo comenzó a traer encendedores, periódicos, y demás. Hasta tubo que abrir una tienda, ya que cada vez le encargaban más cosas.
La tienda prospero, el hombre amplio su negocio y se convirtió en uno de los empresarios mas respetados de la región. Pero trabajaba con mucho dinero y un buen día se hizo necesario abrir una cuenta bancaria.
El gerente lo recibió con los brazos abiertos, el viejo saco un billete de alta denominación, el primero relleno su ficha y finalmente le pidió al viejo que firmara.
Lo siento-dijo este-. No se escribir.
El gerente se quedo asombrado: ¿entonces consiguió todo esto siendo analfabeto?
-lo conseguí con esfuerzo y dedicación.
¡Enhorabuena!! Imagine hasta donde hubiera llegado si hubiera podido estudiar!
El viejo sonrió:
Puedo imaginármelo muy bien, si hubiera estudiado, todavía estaría dando las campanadas en la iglesia que usted puede ver desde su ventana.

Anónimo.

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